La juramentación de la nueva directiva de la Asamblea Nacional comenzó con una muestra de respeto a las instituciones por parte de las fuerzas democráticas del país. Hubo discursos que tenían como mensaje central la unidad de las acciones para minimizar al (dis)gobierno neo-totalitario de Nicolás Maduro. Lo más importante del discurso reflexivo y propositivo del Diputado Juan Guaidó, fue su propuesta de la hoja de ruta para el país en contra de quién será un usurpador del poder ejecutivo del próximo 10 de enero.
El nuevo Presidente de la Asamblea Nacional aseguró que desconocerán a Nicolás como Presidente legítimo, harán nuevos nombramientos de los representantes en los demás poderes del Estado y procurarán una presión social de calle sistemática para acorralar a quienes han tomado de manera ilegítima los espacios de poder público. ¡Enhorabuena!. Así se dará una transición que comenzará con una lucha de poder abismal. Vendrán momentos de alta tensión social, por lo que el acompañamiento, el apoyo a los líderes de las oposiciones debe ser irrestricta.
El mensaje para la Fuerza Armada fue clave y tiene un peso importante, pues por un lado reconoció que son una de las instituciones más importantes para el restablecimiento de la democracia, pero por otro lado fue enfático en señalar al alto mando de entreguistas frente a miembros del gabinete ministerial (seguramente en referencia Diosdado Cabello) y unos timoratos frente a grupos irregulares (ELN y las FARC). Como quiera que sea, las oposiciones fueron retadoras ante quienes creen poder hacer con las armas lo que quieran, menos defender al país.
Quizás lo más importante del largo discurso del Diputado Guaidó, fue el anuncio de la creación de un órgano para la transición y recuperar la institucionalidad; donde la lucha contra la usurpación de poderes liderada por Nicolás Maduro, será objeto principal. Con ello, hay un objetivo claro: vencer institucionalmente al madurismo. Sin aventuras de calles violentas ni esperando militares extranjeros. El momento es ahora, todos los ciudadanos dentro y fuera de Venezuela, debemos apoyarlos y dejar las críticas malsanas para otros momentos. Reconstruyamos la patria. ¡Sigamos!
No le debemos tener miedo a los distintos escenarios que se plantean en la mesa, Guaidó junto a los Diputados de la AN tienen la posibilidad de enrumbar los caminos de Venezuela hacia la recuperación definitiva de la democracia y de tener nuevamente un País lleno oportunidades, pero los pasos deben darse seguros, sin temor a las galerías y a las élites, siempre pensando en lo mas beneficioso para el país. Urge salir de Maduro y su dis-gobierno chimbo tramposo y maligno.