POLÍTICA ELECTORAL CON VISIÓN PERFECTA: 2020

Una visión perfecta es categorizada con la nomenclatura 20-20. Emulando el concepto a los escenarios políticos, el año 2020 será una oportunidad de alinear estrategias electorales para toda la América Latina, pues varios países importantes van a sufragar para diferentes cargos de poder público. Estratos de izquierda querrán mantener los tentáculos socialistas y los de derecha, pudieran hacer un resurgimiento importante en la región. Por tanto, el año 2020 los grupos de poder tendrán que desarrollar tácticas desde sus países sin obviar a sus vecinos. Especialmente los cercanos a Venezuela.

República Dominicana tendrá elecciones municipales, legislativas y presidenciales. El actual partido de gobierno (PLD) vive un momento de división con sus propios cuadros de liderazgos. Aunque hoy predomina una centro izquierda moderada, las dos corrientes tienen posturas diferentes sobre sus posibles aliados internacionales. Estados Unidos ha presionado por una otrora cercanía con Venezuela. Tal país se ha convertido en un paraíso para legitimación de capitales, de modo que muchos son los intereses internacionales sobre la isla.

Estados Unidos celebrará unas elecciones presidenciales determinantes para la comunidad internacional. Donald Trump posiblemente pretenda una reelección y uno de sus principales temas de campaña será la lucha contra los modelos socialistas como el de Venezuela. Sus alianzas en la región, serán como los grupos políticos independientes o definidos claramente de derecha. Como dato importante vale decir que las decisiones por tomar en el actual 2019, pasarán por el elemento costo-ganancia. La economía del voto predominará.

Uruguay elegirá representantes departamentales y municipales. País con unos índices de desarrollo económico y humano muy importantes. Sus posturas frívolas antes los episodios de crisis en países vecinos, responde a sus intereses de mantener alianzas perfectas para sus intereses.

China tendrá elecciones presidenciales y aunque no sea parte del continente, su incidencia es diferencial para los intereses económicos. Más allá de las posturas ideológicas, sus competencias serán para construir unas relaciones comerciales en mediano plazo. Seguramente los chinos harán relaciones de poder con todas las tendencias políticas de los países en cuestión.

Venezuela es quizás el país con mayor incertidumbre, aunque sea el de mayor interés para gran parte del mundo por sus hechos sociales, jurídicos, militares, económicos y especialmente potencialidades territoriales. Es decir, todos abordan las elecciones parlamentarias que deberían darse como calendario electoral ordinario, pero con la volatilidad de sus actores políticos en el poder, eso es un escenario inestable. Es un país que debe recuperar la institucionalidad del voto con el apoyo y entendimiento ciudadano, pero sin oxigenar y legitimar al partido oficialista. Los hilos del poder deberán ser movidos con alta inteligencia organizativa.

A diferencia de los países anteriores, Venezuela quizás no se esté preparando para sufragar, dejando una brecha muy peligrosa en términos de oportunidades, a los grupos de izquierda que representan la antipolítica. ¿Qué pasará? Lo sabremos en los próximos meses del 2019.

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