Ante los primeros pasos de agitación social entre los dirigentes de los partidos políticos opositores del país, en virtud de las elecciones primarias para liderar la campaña presidencial 2024, los diferentes líderes políticos tendrán que aprender a trabajar constantemente sus habilidades de comunicación, especialmente frente a escenarios de repudio y caos. Hasta el momento no saben abordar las respuestas negativas que expresen sus oponentes ni las de sus propios equipos. Por ello, saber cómo tratar el rechazo de manera constructiva, ayuda a identificar áreas de oportunidad dentro de las aspiraciones políticas.
Cuando se sabe tomar de manera constructiva un rechazo político, se podrá impulsar su marca personal identificando las áreas de oportunidad, o incluso, las habilidades para hacerse más fuerte como opción electoral. De igual modo, un “no” a tiempo evitará relaciones políticas que frenarán el crear alianzas innecesarias que no van a sumar para lograr los objetivos trazados.
Los casos exitosos para contener el rechazo ciudadano en una aspiración política, es evitar tomarse las cosas de manera personal, pues un “NO” a una idea, propuesta o proyecto, puede ser ajeno al aspirante y relacionarse más a elementos externos. Además, practicar la escucha activa te será de mayor utilidad que intentar convencer al otro para que cambie su respuesta por un sí. Existen 3 tipos de “no” que son constantes en el poder político y deben ser identificados rápidamente para poder dar una respuesta oportuna y efectiva.
- El NO sin conocimiento: este tipo de rechazo proviene de alguien que no cuenta con la capacidad de comprender la propuesta por falta de conocimientos en el tema. Se puede explicar más a profundidad y dar ejemplos para que se pueda comprender de mejor manera la idea; si el receptor no está interesado, no se debe tomar como algo personal, más bien no conecta el político, pues no está familiarizado con los conceptos que se maneja. A veces el rechazo es por torpeza y/o necedad.
- El NO alineado: en este caso, la persona es proporcionalmente opositora a la tendencia ideológica que se presente. No existe forma alguna que se pueda revertir las valoraciones. Se pueden quizás mitigar, pero no cambiar. Agradecer el tiempo brindado y seguir adelante es lo más sano. Si no se dio, es porque el otro tiene sus pensamientos en otras cosas muy antagónicas.
- El NO analítico: este tipo de negativa es el que más útil, pues quien lo diga hará preguntas sobre la idea, analizará las respuestas y brindará retroalimentación y una crítica constructiva sobre ello. Este tipo de “no” ayudará a identificar las áreas de oportunidad de las propuestas o personalidad para hacer los cambios necesarios y fortalecerlo.
En ocasiones, manejar el rechazo puede ser complicado y en especial en los primeros dos tipos; sin embargo, con el tiempo y experiencia se aprende a identificar cada uno de ellos y decidir cuál dejar ir, cuál agradecer y de cuál aprender. Como líder político, el trabajo es guiar y ser resiliente al cambio y/o resultados no esperados para poder obtener finalmente un SÍ en el apoyo político.
