El proceso migratorio llegó a la nación de manera agresiva, sorpresiva. Los ciudadanos venezolanos no se forman para salir del país como lo hacen otras sociedades. 65% de las familias en Venezuela, tienen a una o más personas en el exterior, todas motivadas principalmente por razones económicas. Colombia, Perú y Ecuador son los países con mayor ola de ciudadanos venezolanos. 25% asegura que han salido del país por razones Políticas. Sin embargo, hay algunas consideraciones necesarias por hacer ante el tema para comenzar a utilizar los términos adecuados.
La migración es un fenómeno complejo y multifacético. No es algo nuevo. Cruzar las fronteras ha sido una experiencia conocida prácticamente en todo el mundo y todos los tiempos. El ánimo de moverse de un lugar a otro para conocer nuevas culturas es inherente al ser humano. Pero CUIDADO, en Venezuela la gran mayoría de personas no salen del país por motivaciones culturales, profesionales o empresariales, lo hacen huyendo de las condiciones infrahumanas que se padecen. Robos, secuestros, muertes, escasez de todo tipo, hostigamiento político, violencia ciudadana, entre otras razones ligadas a la convivencia ciudadana. La Neo dictadura de Nicolás Maduro, el usurpador, hizo de la persecución su mejor línea para seguir manejando los hilos del poder. Los venezolanos no solamente están migrando, principalmente están huyendo para sobrevivir y ayudar a subsistir a familiares e incluso amigos.
Aun cuando muchos países tienen absoluta disposición de ayuda de los venezolanos que salen del país huyendo, no es menos cierto que eso genera un descontrol presupuestario y sociocultural para ellos. A la vez, para los ciudadanos de Venezuela, esa situación se convierte en una razón de estrés: xenofobia, pagos laborales injustos, temores de deportaciones, niveles de trabajo duplicado, violencia de género, inestabilidades emociones y una lista larga que no son propias de las migraciones cuando son por motivaciones en positivo, pues se relacionan más con un proceso de huida por temor y supervivencia. Esas situaciones generan unas repercusiones considerables en los niveles de gobernabilidad para todos los países involucrados y por más que haya mecanismos de controles, no se podrá regular la desesperada salida de los demócratas venezolanos frente a la usurpación socialista. Es momento, entonces, de tratar el caso desde el enfoque adecuado, más que una migración, es una desesperación de sobrepasar el escenario de asesinato colectivo, de genocidio. Mientras los Políticos resuelven sus problemas de la Política, pocos atienden los problemas de las personas. También es momento de virar las acciones hacia quienes viven fuera del país, que por cierto, dejan de vivir las calamidades en su propia carne para comenzar a sufrir en la distancia.
