La sinergia de los medios de comunicación con el poder político y los ciudadanos, impone una realidad que hace predominar el pensamiento circunstancial. Es decir, no importa si un hecho es una realidad o una percepción, el mensaje es que se asumen el escenario como una verdad absoluta. Incluso, los hechos se presentan con más características sobre los actores involucrados que con el desarrollo del fenómeno. Para contextualizar, en Venezuela muchos hablan sobre Alex Saab en Estados Unidos como el eslabón que va a desencadenar la caída del gobierno kakistocrático de Nicolás Maduro, pero obvian la incidencia minúscula que eso tiene sobre el ejercicio del poder político y judicial en Venezuela.
Saab no es Venezuela, la causa mayor es el propio país, no un grupo de personas que puedan verse en medio de unas denuncias que son investigadas desde otro país o países. Son conocidas las declaraciones del ex jefe de inteligencia militar Hugo Carvajal, también la cooperación del General Cristopher Figuera con la justicia norteamericana para descubrir las aberraciones ordenadas por Chávez y Maduro para con los presos políticos, incluso de quienes fueron parte de la escolta de Diosdado Cabello hablando sobre los tráficos de armas y drogas con grupos irregulares. Pero NADA ocurre en virtud del quiebre en el estamento gubernamental.
El consultor estratégico general venezolano JJ Rendón, bien lo ha dicho en diferentes ocasiones, “la causa venezolana está por encima de nuestras peleas. La causa está por encima del ego”. La meta no es la encarcelación de uno o varios hombres aliados a los criminales que desgobiernan. El objetivo es la salida definitiva de todos ellos del Estado venezolano. Una mejora del país pasa, necesariamente, por sacar a todos los miembros Psuvistas de los espacios de poder político. Desde luego que la extradición de Alex Saab es un alivio por la justicia que tanto demandan los venezolanos, incluso, sus declaraciones profundizan el descrédito y rechazo de la comunidad internacional a todo aquel que de alguna manera esté asociado con el chavismo. Pero de allí a pensar que eso los neutraliza, sería un error. Sin pensar que las mismas oposiciones están, erráticamente, vendiendo la idea de una victoria casi definitiva sobre la Maduro.
En definitiva, Alex Saab es una puesta en escena que debe aprovecharse y presionar mucho más a lo interno del país para generar una especie de caos controlado. Pero es necesario dejar de pensar en salidas mágicas por la personificación política de un delincuente detenido.
