Hablemos de tortura

Gestión del miedo.

Empecemos por decir,

El Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo fue detenido en medio de un contexto donde poco más del 70% de las intervenciones en medios de comunicación de distintos actores que son parte de la coalición de poder que representa Nicolas Maduro, están relacionadas con denuncias de conspiraciones de la oposición política liderada por Juan Guaidó y sectores de la Fuerzas Armadas venezolanas para deponer al chavismo del poder político.

También es necesario decir, que la tortura envía un mensaje de terror muy poderoso a la opinión pública porque olvida las garantías que emanan del Estado de derecho y atenta contra dos patrimonios inherentes al individuo: La libertad y la vida.

En medio del horror que supone vivir en una sociedad en la que el gobierno manda mensajes de lo poco que le importa la libertad y la vida de cualquier persona cuando se refiere a mantener el poder político, me dio por investigar la eficacia de la tortura como mecanismo para obtener información veraz.

Esto fue lo que encontré.

El cerebro de la persona torturada no funciona con normalidad

Los neurocientíficos explican que el sistema nervioso de los seres humanos reacciona al hambre, a la sed, a la privación de sueño, a la privación del aire, a la inmersión en agua helada. Es decir a todas las practicas asociadas a la tortura. Pero, el estrés prolongado (en los términos descritos) provoca una excesiva liberación de cortisol afectando el hipocampo -estructura cerebral clave para codificar y recuperar memorias- incrementan el tamaño de la amígdala -otra zona del cerebro que une los componentes emocionales a la memoria y otras regiones cerebrales- además, afecta negativamente la corteza prefrontal -zona del cerebro que se encarga de las decisiones y control racional de la persona-. En resumidas cuentas, la tortura genera problemas en la memoria, alteran el ánimo y nublan la claridad mental inhibiendo la racionalidad.

1 inciso: Es ilógico pensar que si las funciones básicas del cerebro de una persona están alteradas su capacidad de suministrar información -veraz- no está comprometida… 

La tortura altera los recuerdos

El estrés y el dolor físico en exceso afecta el proceso de consolidación de lo visto y vivido, dicho en otros términos, distorsionan la memoria incapacitando al torturado (aunque lo desee) recordar aquello sobre lo que se le pregunta. La privación prolongada del sueño -por ejemplo- desorienta y confunde. El torturado puede llegar a convencerse que sus esbirros sugieren crear pistas falsas. Por otro lado, los continuos interrogatorios donde se repite una misma historia bajo presiones y acciones que generen grandes niveles de estrés y dolor es catalizador de falsos recuerdos entre las memorias reales.

La tortura pierde eficacia rápidamente.

El dolor es un mecanismo de defensa cuya utilidad radica en evitar al organismo un daño mayor, por ende, cuando el daño es terrible el dolor simplemente se apaga. Una tortura hace que la persona pierda la sensibilidad progresivamente y que los torturadores no perciban el umbral para el dolor del torturado por lo que la víctima termina desmayándose. Cada sesión suma abyección pero avanzan en ningún sentido.

2 inciso: visto los pocos alcances que supone la tortura en las victimas, queda cambiar la perspectiva y mirar lo que ocurre a quienes torturan. Básicamente, este mecanismo corrompe a la organización que la ejecuta y degrada a quienes colaboran.

La tortura dificulta el trabajo de inteligencia y contrainteligencia.

Se sabe perfectamente que para resolver cuestiones con los organismos de inteligencia y contrainteligencia la clave es la información voluntaria y de calidad que puedan recoger los entres de seguridad. La tortura rompe la confianza entre los posibles informantes claves porque el miedo no sirve como puente.

Las víctimas de la tortura aportan información que casi nunca es fiable.

Las torturados aprenden rápidamente que hablar significa menos sufrimiento, por tanto, las posibilidades de callejones vacíos y pistas falsas son bastante altas. La esperanza que la tortura termine obliga a la víctima a mentir, dirigir la atención a enemigos reconocidos del torturador sin que esto signifique información fiable o relevante.

3 inciso: La tortura está prohibida porque es inmoral, cruel e inhumana, pero además es inútil, mina la autoridad moral de quien la práctica, hace avanzar la causa de los que conspiran y daña profundamente los estados de derecho.

Entonces, si la tortura no es un mecanismo fiable para obtener información de calidad, ¿porque la usan?

La respuesta, la podemos conseguir en los estudios de grandes pensadores.

Freud insistió en sus obras en el papel del miedo en la pérdida del amor.

Sartre estableció una diferencia clave entre el miedo y la angustia.

Zigmunt Bauman hizo énfasis en la gestión sociopolítica del miedo, donde -por ejemplo- comunicacionalmente se estimula el enfrentamiento y la “lucha política” contra los traidores a la patria y al legado del comandanto… para justificar los controles masivos e infundir terror con la amenaza de tortura.

4to inciso: la disonancia cognitiva propia de la naturaleza humana, la construcción de hechos alternativos, el fake news y la pomposa posverdad son la última línea de defensa del totalitarismo del siglo XXI.

 


 

Politólogo

Doriam González

Twitter   Instagram

Dejar un comentario

CONTÁCTENOS

No estamos por aquí ahora. Pero puede enviarnos un correo electrónico y nos pondremos en contacto con usted lo antes posible.

Not readable? Change text. captcha txt
LLAMAR