LA HORA DE LA SOCIEDAD CIVIL

La complejización de la situación venezolana actual avanza velozmente, tanto a nivel de indicadores socioeconómicos como geopolíticamente hablando. Los actores del conflicto interno han roto cualquier vestigio de confianza y credibilidad entre sí de cara a retomar una solución concertada. La crisis ha rebasado la capacidad de los partidos políticos para dirimir sus diferencias y promover cambios necesarios para recuperar un funcionamiento “mínimamente normal” del Estado para responder a las demandas ciudadanas.

Ante tal escenario, las organizaciones de sociedad civil que han ido trabajando sostenidamente en el país junto a comunidades, derechos humanos y temas en particular, tienen un posicionamiento y una musculatura social que son altamente necesarias para ayudar a destrancar el conflicto político. La articulación en redes pudiera potenciar las exigencias de un cambio.

Articular una presión sustancial hacia los actores políticos soportada en organización social puede ser la vía que destranque el juego. Los partidos políticos requieren un apoyo generalizado de la población para estructurar los pasos requeridos para transitar a rumbos de estabilidad institucional. Pero no puede ser un apoyo meramente puntual o electoral.

Deben formularse mecanismos de comunicación permanente sobre temas y acciones prioritarias. Esta vía puede convertirse en un mecanismo que soporte la confianza necesaria para viabilizar una salida constitucional al conflicto venezolano que luce absolutamente paralizado en este momento, con una fuerte dosis de desesperanza y desmovilización de la sociedad. Estadios de esta naturaleza pueden provocar situaciones explosivas que, al no encontrar válvulas de escape, pueden resultar en hechos explosivos que profundicen la crisis.

Frente a ello, puede estar llegando la definitiva hora de la sociedad civil. Un empoderamiento colectivo del conflicto venezolano puede convertirse en la válvula necesaria que abra el cauce hacia la paz y la recuperación de la institucionalidad. El mundo entero espera con ansias una aglutinación de fuerzas que presionen esa salida en el corto plazo. Como hemos venido señalando reiteradamente, Venezuela sigue siendo el centro de atención geopolítico global, aunque otros conflictos estén alterando la paz en la región. Caracas ha sido el eje desde el cual han librado una serie de batallas comunicacionales con ideas que buscan alinear a todos los países bajo una misma fórmula ideológica.

Este hecho está siendo protagonista de las actuales circunstancias que afectan a diferentes Estados de todo el continente. Al actuar como pivot de intereses geopolíticos globales impulsados por China y Rusia, Venezuela se convirtió en protagonista hemisférica para “desinfluenciar” esta parte del mundo de los Estados Unidos para “influenciarla” en el crecimiento global de los chinos y sus aliados rusos.

Como vemos, ante tal juego de intereses globales se hace necesario recuperar “lo nacional” como un ejercicio de soberanía en Venezuela y nada más y nada menos que la sociedad civil como referencia y protagonista para dar ese paso altamente significativo de cara a una solución concertada desde los intereses de la gran mayoría de venezolanos. No podemos dejar que la geopolítica se apodere del país. Ésta siempre viene acompañada de intereses muy oscuros en materia de política exterior. La claridad la debemos aportar los venezolanos que convivimos en este territorio y nos duele profundamente su destino.

 


 

Politólogo

Piero Trepiccione

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