Subordinados a la inmediatez

Desde la lógica binaria de los últimos años la política ha quedado definida a dos caminos: hacer que las decisiones se amolden a lo que la realidad y la evidencia empírica sugiere o partiendo de intereses personales/partidistas para buscar a posteriori «los caminos posibles».

En diversos estudios de opinión se relaciona al político de turno con la inmediatez. Es decir, los venezolanos oponen la funcionalidad de la política en la realidad establecida con las aspiraciones derivadas de los discursos efervescentes del oráculo de «confianza».

Desde la óptica anterior vemos como la manera de pensar y hacer política se aparta todos los días del camino hacia la sostenibilidad democrática anclada en la gobernabilidad/gobernanza por aquello que en lo inmediato sea capaz de otorgar algún beneficio.

Entonces la estrategia política no está motivada por mediano y largo alcance, sino por el corto (cortisimo). En consecuencia, la(s) tactica (s) política(s) ya no responden a iniciativas para cambiar la vida de los ciudadanos sino en prácticas comunicacionales concretas: revertir las matrices de opinión del adversario rápidamente para hacer daño a sus figuras políticas.

Subordinados a la inmediatez, nuestra clase política no tiene otra opción que utilizar los medios tradicionales y modernos para mantener a la sociedad venezolana en vilo constante fundamentado por «hitos» como el que vimos el #5E en la Asamblea Nacional y el que veremos el #10E en el TSJ.

La sabiduría de los proverbios griegos puede ser muy útil para quienes deportivamente se hacen llamar dirigentes políticos en #Venezuela: «Una sociedad crece bien cuando las personas plantan árboles cuya sombra saben que nunca disfrutarán».

 

 


 

Politólogo

Doriam González

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