UNA POLÉMICA CONTRA EL MARXISMO

Politólogo y Analista de Con Contacto Directo

Roberto Rivas Contreras

 

Lo que motiva este texto es una polémica contra el marxismo, ella nace de la politología y parte específicamente del politólogo francés Maurice Duverger en su libro «Introducción a la Política» (Ed. Gallimard, 1964). En palabras de Duverger, el marxismo no puede reducir el fenómeno de lo político a la lucha de clases; la Política es algo más grande que el modo de producción capitalista y que el movimiento obrero. La lucha política está allí en la adquisición o resguardo de recursos naturales y geográficos (petróleo y agua potable, por ejemplo), la lucha política está allí en los contrastes étnicos, religiosos y culturales, la lucha política surge de varias fuentes entre las que pervivirá el conflicto de propietarios y proletarios.

 

Parte de lo que se lee a continuación fue extraído de Norberto Bobbio en su libro, «Destra e Sinistra» (1994), de apuntes de Jaume Magre Ferran (Profesor de Ciencia Política y de la Administración en la Universitat de Barcelona) y de Enric Martínez Herrera (Departamento de Ciencia Política de la Universitat Pompeu Fabra) sobre la dimensión Izquierda-Derecha en la Cultura Política (Manual de Ciencia Política, 1996). Izquierdas y Derechas son lugares borrosos, no son substantivas.

 

El mensaje conductor del texto es un llamado a repensar el mundo de las ideologías políticas; para algunos pensadores la distinción entre Izquierdas y Derechas ha caducado y afirman que es inapropiado repetir ociosamente estos símbolos propios de los siglos XIX y XX. Según observo, estas palabras (Derechas e Izquierdas) han tenido y tendrán un peso importantísimo en la vida política de las naciones y de los Estados.

 

Para Bobbio y para Inglehart la distinción no se ancla tanto en el sueño democrático sino en el sueño de la igualdad pero, y es mi posición, en la igualdad no puede agotarse la chispa de la lucha política, en la igualdad no se agotan los conflictos y lo que es aún más complicado, y odioso cuando se declama, es que una cosa es hablar de igualdad cuando no eres gobierno y otra cosa muy diferente es hablar de igualdad cuando lo eres; esto no significa más que la igualdad depende al fin y al cabo de la interpretación que se le dé y de la posición desde la que se le mira en la lucha política por el timón del Estado; las derechas y las izquierdas (no todas son iguales) cambian por doquier de acuerdo a los conflictos latentes propios e ingénitos y no necesariamente se reducen a la tan citada lucha de clases; estas expresiones cambian radicalmente de un Estado a otro, de un continente a otro, de un tiempo a otro, de una táctica electoral a otra.

 

Mi posición va más cerca del pensar de Marco Revelli (historiador y sociólogo) quien argumenta que existen cinco criterios de distinción política y que la igualdad es el criterio que más ha aguantado al paso del tiempo, pero, aun así, Revelli dijo que eventualmente podría envilecer o perder su valor crucial dejando que prevalezcan otros criterios ya sean viejos o nuevos. Los 5 criterios son: 1. Igualdad-Desigualdad, 2. Progreso-Conservación, 3. Autodirecció-Heterodirección, 4. Inferioridad-Superioridad y 5. Racionalismo-Irracionalismo. Como se ve, no todo es igualdad.

 

A fin de cuentas, si bien la contraposición no ha perdido vigencia en nuestro tiempo, tampoco es inmaculada. Un pensamiento igualitario y otro que no lo es no pueden dar respuesta a la despenalización del aborto o legalización de las drogas, no pueden ni siquiera dar respuesta al asunto de la ciberseguridad nacional o a la carrera espacial. Aristóteles pensaba que la desigualdad es natural y hoy por hoy le refutamos diariamente demostrando las maneras de hacer al mundo menos desigual, pero qué responden entonces Izquierdas y Derechas a la sobrepoblación demográfica malthusiana, al control de la natalidad, a los impuestos tributarios y a las pensiones, al cambio climático, a la clonación, desalinización del agua, polución del aire, energías verdes, feminismo, homosexuales y transexuales, sistemas penitenciarios, privacidad informática o a la ayuda humanitaria. El mundo va demasiado rápido y seguir hablando de Izquierdas o Derechas merece al menos un récipe de obsolescencia; si bien no desaparecerán del lenguaje común y que no dejaremos de mencionarlas, tal parece que se hace más difícil conocerlas y encontrarle a cada una de las luchas políticas su lugar.

 

Claves del texto:

1.La lucha política no se agota jamás en la lucha de clases

2.Se tiene que hablar de derechas e izquierdas de forma plural, se expresan de múltiples formas

3.Comparar derechas e izquierdas será necesario y en todo caso insuficiente

4.Hablar de Izquierdas y Derechas responde también a estratagemas discursivas para atacar al adversario político

 


 

 Politólogo y Analista

Roberto José Rivas Contreras

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